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MALOS TRATOS

MALOS TRATOS

Bufete de abogados en Parla

REFLEXIÓN EN TORNO A LO PUBLICADO SOBRE EL CASO DE UNA CONOCIDA MODELO CUYA DENUNCIA FUE TURNADA AL JUZGADO NÚMERO 7 DE VIOLENCIA SOBRE LA MUJER DE MADRID

Se publica hoy en varios diarios, entre ellos “El País”, un artículo referente a una conversación privada grabada por error mantenida entre el juez titular del juzgado número 7 de Violencia sobre la Mujer de Madrid, la Letrado de la Administración de Justicia y la Fiscal. En ella se pronuncian palabras groseras desafortunadas en contra de una de las partes (la mujer), dado que a juicio del Juez, y también de la Fiscal (que manifestó no haber querido “hacer sangre” en su informe), la postura sostenida por la supuesta víctima de violencia de género no era creible. Se trataba de una conversación informal, a la finalización de la vista oral, en la que según se deja entrever en la grabación, presumiblemente el juez, apoyado por la tesis defendida por la Fiscal en su informe, iba a acordar reestablecer un régimen de visitas a favor de la relación paterno filial, o bien un cambio en el sistema de custodia a favor del padre, lo cual, debido a la notoriedad pública de la señora, el juez indicaba que podría ser objeto de críticas hacia su persona en algún medio televisivo.

El titular del artículo dice así: “El Poder Judicial investiga a un juez que llamó “bicho” e “hija puta” a una víctima de maltrato”.

Lo primero que me llama la atención son los insultos empleados, que así, descontextualizados, son inaceptables y debieran de tener consecuencias disciplinarias para el juez. Pero en mi opinión no está nada claro que deban ser merecedores de sanción disciplinaria alguna por el hecho de que se pronunciaron en el seno de una conversación privada, tras la celebración de la vista, sin que la grabación deba de tener validez alguna y con un contexto evidente: la señora en cuestión, a juicio de su señoría, contaba una versión de los hechos poco verosímil e inveraz. Por tanto no se podría considerar que el Juez estaba prejuzgando ninguna situación dado que los comentarios se producen después de finalizada la vista. En todo caso estaba, por así decirlo, “dictando sentencia” a la vista de las pruebas practicadas en sala, eso sí, empleando un lenguaje tabernario e inaceptable para una resolución judicial.

La seguna reflexión que me suscita es algo que no me canso de repetir, y es que el titular de la noticia califica “víctima de maltrato” a quien no tiene reconocida esa condición por ningún juzgado. Esto, que suele ser publicado así, no puede pasar desapercibido. Salvo error, la señora denunció una situación de malos tratos psicológicos, con lo que debiera de ser calificada como “presunta víctima de maltrato”. El titular debiera ser rectificado en tal sentido a menos que deseemos erradicar de nuestro sistema penal el principio de presunción de inocencia.

Pero es que una vez leido el artículo, y escuchada la grabación, lo que me resulta más grave es algo que parece pasar desapercibido a todos los medios. Si como parece, la versión de la víctima (perdón, presunta víctima) no era creíble para el tribunal y el ministerio fiscal ¿cual es el motivo por el que el ministerio público, esto es, la Fiscal, no “hizo sangre” en su informe hasta el punto de solicitar que se dedujera testimonio contra ella ante la comisión de un presunto delito de denuncia falsa tipificado en el art. 456 de nuestro Código Penal?

Por desgracia para muchos inocentes varones, las denuncias falsas en materia de malos tratos no se persiguen de oficio. La Fiscalía no lo hace salvo en casos notorios donde, como ha pasado, se denuncia al ex marido por haber recibido amenazas pese a llevar muerto varios meses.

También por desgracia para muchas maltratadas, las mujeres que presentan denuncias falsas para obtener ventajas en situaciones de divorcio donde se disputan las custodias de los menores, la atribución del uso de una vivienda o el establecimiento de pensión de alimentos (casi nada ¿verdad?), están acaparando los recursos públicos destinados a ellas, las maltratadas. Y ello en detrimento de otros colectivos también merecedores de amplia protección social como los menores maltratados y asesinados por madres, los hombres maltratados por mujeres, los ancianos que sufren malos tratos por sus familiares o las personas que se suicidan en España (70% varones) que supera en 60 veces las víctimas mortales por violencia de género.

Estoy convencido de una cosa; cuando el Juez en cuestión, en una conversación privada mantenida con la Fiscal y la Letrada de la Administración de Justicia, tildó de “Bicho” e “Hija Puta” a esa justiciable, lo hacía desde el convencimiento de que la persona en cuestión estaba faltando a la verdad en su versión de los hechos, empleándose recursos públicos, separando injustificadamente a unos menores de su padre, y haciendo que éste último, injustamente, fuera detenido y puesto a disposición judicial.

Si así fuera, si la mujer en cuestión hubiera presentado una denuncia falsa para alejar a sus hijos del padre y obtener ventajas en su situación de divorcio, ¿cómo la calificarías tú cuando le contaras lo sucedido a personas de tu confianza?

En mi opinión, para muchas personas damnificadas por denuncias falsas que han conllevado que muchos padres inocentes se vean privados del contacto con sus hijos (con lo perjudicial que resulta para el desarrollo psicológico de miles de menores carentes de protección), y por supuesto también para muchas mujeres que se ven privadas de recursos públicos para ser protegidas de sus maltratadores hombres, el juez, con los insultos que ha proferido, les ha podido poner voz.

Les adjunto el artículo para que lo sometan a su consideración.

Y por supuesto, si eres víctima de malos tratos por parte de tu pareja (hombre o mujer) o conoces de situaciones de maltrato hacia menores o ancianos, puedes contar con mi ayuda. Quedo a tú disposición.

El Poder Judicial investiga a un juez que llamó “bicho” e “hija puta” a una víctima de maltrato

La denunciante, que tenía una evaluación policial de riesgo extremo, ha presentado una queja por “falta de imparcialidad y animadversión”

En vídeo, la sala de vistas donde se produce la charla del magistrado Martínez. VÍDEO: CADENA SER

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) investiga la grabación que ha presentado una víctima de violencia de género en la que un magistrado le llama “bicho” e “hija puta”. La actuación del promotor de la Acción Disciplinaria del CGPJ es la fase previa a la posible apertura de un expediente. La víctima, la modelo María Sanjuán, ha presentado una queja contra el magistrado por falta de imparcialidad y animadversión hacia ella, según la información y el audio publicado por la cadena SER. En ella alerta de que esta circunstancia le provoca una situación de indefensión total y absoluta. Y reclama al consejo que lo investigue por un presunto delito de prevaricación.

El titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 7 de Madrid, Francisco Javier Martínez Derqui, instruye en la actualidad los procedimientos civiles y penales derivados del divorcio y de las dos denuncias presentadas por malos tratos psicológicos por amenazas y coacciones contra el exmarido de la mujer, el empresario Josué Reyzábal.

María Sanjuán tomó la decisión de presentar una queja en el CGPJ tras conocer el vídeo oficial grabado por el juzgado en la sala de vistas, donde el magistrado se refiere a ella como “bicho” e “hija puta”. La modelo también ha comprobado que Martínez Derqui profiere otros comentarios del tipo: “Verás el disgusto que se va a llevar la María Sanjuán cuando vea que tiene que darle los hijos al padre, estará por la noche en el Sálvame poniéndome de vuelta y media”. La mujer llegó a tener una valoración de riesgo extremo tras presentar una denuncia contra su marido ante la policía. Este tipo de valoraciones se dan en menos del 1% de los casos, según datos acumulados del último año facilitados por el Ministerio de Interior.

La grabación de la conversación, que alguien se olvida de detener y en la que también participan la fiscal y la letrada de la administración de justicia, se produce tras finalizar la vista de la demanda de divorcio en la que se decidían las medidas sobre la custodia de los dos hijos de la expareja, dos bebés de 21 y 10 meses.

Durante la charla, en la que se escuchan risas, se siembran dudas sobre la causa por la que la modelo no pudo asistir a la vista. También se cuestiona su ingreso la noche anterior en urgencias del hospital de la Princesa por un fuerte ataque de pánico tras saber que le habían retirado la orden de protección. Los tres participantes aseguran que “todo está preparado” por parte de “ella” y el juez concluye con un “sí, que hija puta”.

La fiscal y la letrada de la administración de justicia han dejado el caso tras la recusación de Sanjuán. Mientras, el magistrado ha presentado un escrito y será la Audiencia Provincial de Madrid la que decidirá si lo aparta de la instrucción o lo mantiene. En declaraciones a la cadena SER, Martínez ha afirmado que “la charla es una conversación privada grabada indebidamente”. Y ha añadido: “Se trata de una conversación fuera de mi actuación jurisdiccional, que se produce en un espacio cerrado”. El magistrado formó parte de la anterior directiva de la asociación progresista Jueces y Juezas para la Democracia.

El perfil de los jueces

“Pedimos a los jueces que tomen medidas”, reclama Marisa Soleto, presidenta de la Fundación Mujeres. “Esto es algo más que una conversación privada y deja en evidencia sobre qué tipo de opiniones se sustentan las valoraciones judiciales. Más allá de lo grabado, se ve en el caso cómo no se le ocurre retirar las visitas del padre pese a que la víctima está en riesgo”.

“Los operadores jurídicos están permanentemente cuestionando el testimonio de las víctimas”, critica por su parte la asociación de mujeres juristas Themis. La organización considera que el CGPJ tiene “responsabilidad” en los asesinatos machistas por ese cuestionamiento, según señalan en un comunicado. Y pide que el órgano de gobierno judicial establezca criterios para fijar el perfil de los titulares de los juzgados especializados, “siendo imprescindible que ese perfil esté libre de prejuicios de género”.